
La diócesis católica de Siracusa, que está en quiebra y afronta cuantiosas indemnizaciones por casos de abusos sexuales, ha logrado que varias aseguradoras se comprometan a pagar 60 millones de dólares a las víctimas, según informaron este martes sus abogados.
Esta diócesis, una de varias en el norte de Nueva York que se declaró en bancarrota, alcanzó previamente un acuerdo con las víctimas de los abusos, ocurridos en las décadas de 1970 y 1980, para crear un fondo de indemnización por valor de 100 millones de dólares, indica un comunicado.
No obstante, una de las dificultades había sido que las aseguradoras, a las que la diócesis pagó primas durante años, aportaran el dinero contemplado en los contratos para casos de este tipo, una negociación que ha tomado años y todavía no ha concluido, agrega.
Dos de las grandes aseguradoras contratadas por la diócesis, London Market Insurers y Fire & Casualty Company, se comprometieron a aportar 22,5 millones y 35 millones al fondo de indemnización, respectivamente, mientras que otras empresas contribuirán entre 90.000 y 1 millón de dólares cada una.
Una de las aseguradoras que no ha alcanzado un pacto aún es Travelers, con la que la entidad de las víctimas sigue negociando pese a "recolectar primas de la diócesis durante décadas", dijo una de las abogadas, Taylor Stippel Sloan, que reclamó que la empresa "cumpla sus obligaciones contractuales".
Aún así, otro abogado, Jeff Anderson, dijo que el compromiso de las aseguradoras por unos 60 millones de dólares rompe "el telón de acero" con el que han evitado hacer pagos "en estos casos de abuso del clero en Nueva York y por todo el país".
"Esto es un avance para hacerles rendir cuentas ante aquellos a quienes aseguraron: los obispos católicos y, más importante aún, los supervivientes que sufren", sostuvo.
En 2019, entró en vigor en el estado de Nueva York una ley que ampliaba la edad para denunciar abusos sexuales ocurridos en la infancia y juventud hasta los 55 años, y que abría una ventana temporal para denunciar casos antiguos, lo que propició una oleada de demandas contra la Iglesia católica.
La arquidiócesis de Nueva York destapó en aquella época, además, los nombres de 120 sacerdotes y diáconos acusados de abusos sexuales a menores o por tener material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes, en un intento de avanzar hacia la reconciliación y la justicia. EFE
La mayor Iglesia protestante de EE.UU. rinde cuentas tras décadas de abusos