Organizaciones comunitarias en Chicago aseguraron que mantendrán la protesta pacífica pese a la represión de las autoridades con gases lacrimógenos, y que la ciudad se unirá a las movilizaciones de 'No Kings' programadas en todo el país para este sábado.
"Tal vez cambiemos la táctica, pero vamos a reagruparnos y saldremos nuevamente a la calle a protestar", manifestó este miércoles en conferencia de prensa la directora del Centro de Trabajadores Unidos de Chicago, Mara Guajardo.
El centro se encuentra en el sureste de Chicago, donde el martes se repitieron incidentes con manifestantes que fueron reprimidos violentamente por decenas de agentes de ICE enmascarados, que lanzaron gases lacrimógenos a los vecinos.
"El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), junto con otros agentes federales, aterrorizó a comerciantes, trabajadores y residentes del sureste de Chicago", señaló Guajardo.
La activista, junto con miembros de la comunidad mexicana que habita mayoritariamente la zona, denunciaron que una protesta pacífica provocada por un accidente automovilístico causado por agentes de ICE se convirtió en un episodio violento.
"Una multitud de vecinos, adolescentes y niños fue víctima de la creciente agresión de los agentes del Departamento de Seguridad Nacional contra las comunidades latinas, inmigrantes y negras en toda el área metropolitana de Chicago", señaló por su parte el abogado del centro, Oscar Franco.
"Nuestras comunidades se han convertido en una zona de guerra", agregó.
El Departamento de Policía de Chicago confirmó el martes que agentes de la Patrulla Fronteriza, involucrados en un accidente de tránsito, utilizaron gas lacrimógeno después de que una multitud presuntamente comenzara a lanzar objetos en su contra.
La Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados (IIRR, en inglés) dijo en un comunicado que estas acciones ignoran los derechos constitucionales de todas las personas.
También las acciones constituyen una violación evidente de las recientes órdenes judiciales que restringen el uso de armas químicas contra manifestantes y periodistas que no representen una amenaza inmediata para la seguridad de las fuerzas del orden.
La organización, que ha estado al frente de las protestas contra la "militarización" de Chicago ordenada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la participación este sábado en la protesta nacional 'No Kings' contra las políticas del presidente Trump en materia de salud, seguridad social y migración.
Las manifestaciones, convocadas en los 50 estados, son organizadas por el Movimiento 50501 bajo la consigna 'No Kings', un llamado a recordar que Estados Unidos no tiene reyes y que la Administración Trump debe servir al pueblo.

Retiro de valla de ICE en Broadview y toque de queda
No está claro si las protestas de 'No Kings' tendrán lugar en el centro de Chicago o el suburbio de Broadview, que ha sido el epicentro de manifestaciones y enfrentamientos contra las redadas y deportaciones.
En esta ciudad, a unos 20 kilómetros al oeste de Chicago, las autoridades locales establecieron a partir de este miércoles un 'toque de queda' para las manifestaciones, las cuales serán permitidas solamente entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde, todos los días.
La municipalidad había designado zonas para protestas en Broadview, con horario limitado, pero la alcaldesa Katrina Thompson redujo este miércoles las "zonas de libre expresión" e impuso el toque de queda oficial, alegando el "caos" que se produjo en manifestaciones pasadas.
Igualmente, hacia la medianoche pasada y en cumplimiento de una orden judicial, trabajadores retiraron una polémica valla que fue instalada alrededor de un centro de procesamiento migratorio de esta agencia en Broadview.
Medios de prensa locales informaron que, faltando un minuto para la media noche, plazo dado como fecha límite, fue autorizado el ingreso de camión en la zona restringida y su personal procedió a desarmar y retirar la valla metálica de 2,4 metros de altura.
La valla había sido levantada alrededor del centro de detención temporal en la calle Beach, donde se han registrado protestas diarias y enfrentamientos con agentes federales.
La municipalidad de Broadview demandó su retiro, con el argumento de que representaba un peligro para la seguridad, especialmente para el personal de emergencias.
El DHS consideró que la valla era necesaria para la seguridad de los agentes federales y para proteger la propiedad federal, pero para los manifestantes era un límite de sus derechos amparados por la Primera Enmienda constitucional. EFE
Residentes de Chicago confrontan a agentes federales tras una persecución y choque