Aunque entiende que no todos los artistas quieren usar su plataforma para hablar sobre ciertos temas, Becky G, referente para la comunidad latina en un momento especialmente difícil en Estados Unidos, asegura que "el miedo de perder unos seguidores por dar luz a lo que está pasando es incomparable al miedo que siente mi comunidad".
"Entiendo que no todos los artistas dan su plataforma a estos temas, porque son muy complejos", señala la cantante estadounidense a su paso por Madrid en una entrevista.
Preguntada por los recientes disturbios que la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, provocó recientemente en su lugar de origen, Los Angeles, la cantante se reivindica como "orgullosa nieta de inmigrantes".
"Mis papás nacieron en los Estados Unidos, pero especialmente siendo papás tan jóvenes, los vi sufrir y sacrificar mucho. Eso me da un montón de tristeza, pero también como artista me motiva mostrar que merecemos ser felices, respetados y estar representados", subraya Rebecca Marie Gómez, conocida mundialmente por su nombre artístico.
Autenticidad, empatía y compasión, son algunos de los términos que más repite para explicar cómo ha moldeado su carrera.
Precisamente el tipo de hogar en el que se crió explica cómo afrontó su evolución en la industria musical, cuando luchó por hacerse un nombre en el mundo del urbano latino pese a los directivos que le decían que ese no era territorio para que una mujer hiciese carrera.
"Siempre quise ser un buen ejemplo y mostrarles a mis hermanos que nada es imposible (...) Mi papá nunca fue el tipo machista y yo jugué al fútbol, al béisbol y monté en motos. También maquillaba a mis hermanos, o sea, en nuestra casa todo era posible", recuerda.
"Sin filtro, divertida y atrevida"
Tras un debut en plena adolescencia con el pop anglófilo de 'Shower', dio una vuelta completa a su música con letras y ritmos del urbano latino lleno de dobles sentidos, como 'Mayores', lo que al principio le reparó críticas a pesar de jugar a lo mismo que muchos de sus compañeros masculinos hacían en ese momento.
"Fue difícil, pero también divertido, en parte por tener esa perspectiva de saber que no es culpa mía lo que está pensando la gente. Yo digo lo que digo y no es mi responsabilidad porque no soy la madre de tus hijos", argumenta, ante la doble moral que emplearon con ella por ser mujer.
Modesta, apunta que no piensa tanto en cuál fue su trascendencia en ese género musical. "Cuando otro lo dice, suena muy serio, pero yo creo que mi responsabilidad siempre ha sido ser auténtica, ser quién soy, sin filtro, divertida y atrevida", asegura.
A su parecer, en cualquier caso, aún quedan por realizar muchos avances para el feminismo en la industria.
"Faltan más oportunidades para mujeres en los puestos directivos de las disqueras, en las posiciones de poder, y en los estudios, con productoras, escritoras, directoras. Hay un montón de mujeres chingonas, listas y con un montón de talento, pero sin espacio", reclama.
Decidida a no gastar tiempo en prejuicios machistas, en lo que a sí misma y a su futuro concierne, su objetivo pasa ahora por crear un espacio para cuidarse y seguir creciendo como artista, aunque en muchas culturas la mujer está "al servicio de otros, que es muy bonito y valioso, pero muchas veces se sacrifica mucho".
"Vengo de una familia muy grande y de mujeres muy hermosas, poderosas, pero que también han sufrido mucho. Sé que en la vida todos vamos a sufrir, pero el por qué es nuestra decisión y yo quiero sufrir por mis sueños", asevera, con otros trabajos que pronto verán la luz como su documental 'Rebecca'. EFE
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