Mizrachi conversó sobre el estado de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos y su labor al frente de la alcaldía en la capital panameña tras ocho meses en el cargo, durante su reciente visita a Madrid para participar en un encuentro de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas.

Usar al "mayor socio estratégico y diplomático de Panamá para atacar al Gobierno" no es la estrategia más sensata a ojos del alcalde de Ciudad de Panamá, Mayer Mizrachi, que cree que el Ejecutivo de José Raúl Mulino "lo está haciendo bien" en lo que se refiere a las relaciones de su país con Estados Unidos.

Mizrachi conversó sobre el estado de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos y su labor al frente de la alcaldía en la capital panameña tras ocho meses en el cargo, durante su reciente visita a Madrid para participar en un encuentro de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas.

El alcalde "se quita el sombrero" ante la gestión del Gobierno panameño desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y pone como ejemplo de su "fuerte relación en positivo" el hecho de que Panamá recibiese los aranceles más bajos dentro del paquete de las sanciones económicas estadounidenses.

Preguntado por el memorándum de entendimiento entre Panamá y EE.UU. alcanzado en abril, que ha sido criticado por la oposición y ha provocado una fuerte respuesta entre la población panameña, Mizrachi lo ve como un "excelente trabajo": "Antes había hasta un interés de retomar el Canal explícitamente, hoy en día se habla de entendimiento".

Cree que el hecho de que Trump haya nombrado a su primer embajador en Latinoamérica en Panamá es reflejo de su interés por desarrollar una relación con el país centroamericano, por lo que ve este momento como una "oportunidad de oro" para que Panamá comience a venderse como un "hub logístico" para las empresas extranjeras.

"Gran fan" de Bukele

Mizrachi se define como un 'outsider' dentro de la política panameña, por su edad (38 años), y por haber llegado a alcalde al margen de los partidos tradicionales -un empresario que anunció su salto a la política en redes sociales en 2023 y ganó las elecciones un año después-, y dice ser "un gran fan" del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Inspirado en el ejemplo salvadoreño, al que reconoce como "líder" en la materia, el alcalde ha querido incorporar las criptomonedas a los servicios públicos de Ciudad de Panamá, que aceptará el pago de impuestos a través de este tipo de divisas.

Cree que su iniciativa puede ser una "inspiración" para todo el país y adelanta que espera afectar el primer cobro por criptomoneda en su ciudad el próximo 29 de mayo, mediante un acuerdo con el banco Towerbank, que será el intermediario encargado de hacer la conversión de divisas.

También reconoce la visión de Bukele sobre la necesidad de crear un bloque económico centroamericano: "Su visión es bastante clara, cuanta mayor coordinación y comunicación entre los países centroamericanos, mejor para la región entera".

Cargar con la falta de confianza

Como alcalde de Ciudad de Panamá, Mizrachi ha querido poner la tecnología en el centro del desarrollo de la capital.

Cree que se defiende mejor en el ámbito de las redes sociales que otros políticos, algo que explotó durante su campaña a la alcaldía, a la que llegó en julio de 2024: "Si no me prestan atención en redes significa que mi trabajo no importa, no impacta".

Una de sus promesas electorales fue hacer de Ciudad de Panamá un nuevo Silicon Valley, para lo que explica que están creando el "primer espacio físico de intercambio intelectual abierto" para formar a la ciudadanía en el ámbito digital, especialmente en inteligencia artificial.

El alcalde resalta la "confianza" de la población en la administración como éxito de estas políticas y admite que la situación con el expresidente panameño Ricardo Martinelli, que es cuñado de su padre, "dificulta la gestión de cualquier servidor público".

Martinelli llegó el sábado a Colombia como asilado tras abandonar de manera sorpresiva la embajada de Nicaragua en Panamá, donde se encontraba refugiado desde febrero de 2024 tras ser condenado por corrupción.

Mizrachi explica que el sector público entero puede ser cuestionado "por la acción de una persona o una situación en particular", por lo que siente que la situación actual es "un peso para cargar". "Pero lo cargo con toda la responsabilidad con la cual viene el puesto", concluye. EFE

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